La historia de una obsesión, ambientada durante las luchas por la emancipación de la mujer, en los turbulentos años de la Primera Guerra Mundia, en una puesta en escena con actores, titiriteros y muñecos.

 

En este espectáculo participaran artistas de dos grupos: Teatro del Umbral y Aquinomás; sombras y muñecos.

Teatro del Umbral fue fundado en 1998. Desde 2002 a la fecha ha incorporado el uso de máscaras de diversos materiales y muñecos de variados tamaños -entre dos metros y treinta centímetros- con variadas maneras de manipulación y articulaciones, en sus puestas en escena.

 

El Grupo Aquinomás se forma en 2009 y desde ese momento y de forma ininterrumpida ha desarrollado espectáculos de teatro de títeres para niños y para adultos, utilizando diversas técnicas y formatos.

 

Vida íntima de una muñeca se basa en una historia real surgida en tiempos de las vanguardias artísticas y los intensos cambios políticos ocurridos en las primeras décadas del sigloXX. Muestra la complejidad de las relaciones humanas y el deseo femenino de independencia en sus primeras

manifestaciones fuertes a nivel social.

La obra muestra el deseo de libertad de una mujer que quiso ser independiente, en una época en que comenzaba la lucha por el sufragio femenino. Y cómo su muñeca réplica, al mostrarse dotada de conciencia, tiene el mismo afán de independencia y rechazo a toda sujeción social y afectiva.

Habiendo realizado hace once años una obra a partir del mismo hecho real, titulada La mujer copiada, en esta ocasión quisimos investigar otros aspectos de la historia, y creamos una obra nueva.

 

La protagonista es una muñeca y la historia es contada imaginando que los seres sin conciencia pudieran hablar. Al estar hechos a nuestra imagen, tienen cualidades especiales y privilegiadas con respecto a otros objetos comunes. El muñeco es al hombre lo que el hombre es a los dioses. El muñeco representa la materia amasada por el hombre a su imagen, es el hombre de barro o de

maíz hecho por un creador que está más acá de los cielos, es la sustancia que nos sirve de espejo y nos perturba, porque se parece a nosotros y parece mirarnos, pero si lo arrumbamos en un rincón y lo olvidamos ya no es nada.”

 

Sandra Massera